¿Existen espacios en el negocio inmobiliario para generar buena arquitectura y entregar un aporte a nuestras ciudades? Convencidos del potencial del mundo inmobiliario, los arquitectos chilenos Eduardo Berlin y Nicolás Lipthay fundaron MoDe Studio, un taller de innovación y diseño que busca maximizar las oportunidades presentes en las ciudades para levantar buenos proyectos de arquitectura, sin comprometer sus resultados económicos, e incluso mejorándolos.
Con base en estos principios desarrollaron el proyecto 'Casa Vitacura', un edificio que se configura como un 'barrio en altura', con unidades de estándar DFL2 que buscan entregar los mismos beneficios de una casa: espacialidad, privacidad, patio e independencia.
Pensar el proyecto desde la experiencia de compra
Los arquitectos notaron que, generalmente, la experiencia del comprador es mala, ya sea por problemas en el proceso u/o en el producto. Por otra parte, observaron que en la industria de la vivienda –donde las personas invierten y se comprometen con una obligación financiera de 30 años– la propuesta de valor no está centrada en el desarrollo y la calidad del producto mismo, sino que en todas las tangentes relacionadas: marketing, precio, financiamiento, y otras del mismo tipo.
Según los arquitectos, el proyecto se basa en dos premisas principales:
- Que en todos los segmentos hay un público que discierne y valora aspectos fundamentales de calidad, eficiencia y diseño, y entiende que los proyectos se integran a un sistema mayor que pueden afectar negativa o positivamente.
- Que el desarrollo inmobiliario es complejo y multidimensional, y por lo mismo, requiere de un altísimo nivel de coordinación y trabajo para cumplir el mandato de rentabilidad que lo sostiene, para no castigar la calidad del producto al intentar compensar las falencias del proceso.
A partir de esta convicción se propusieron tres objetivos principales:
- Que sus usuarios/clientes tengan una experiencia impecable, tanto en el proceso como en el uso y goce del producto.
- Que sus proyectos contribuyan con objetivos mayores de arquitectura y ciudad, siendo sensibles y sinérgicos a su entorno.
- Que generen valor sostenible en el tiempo, tanto a sus usuarios como a la ciudad.
Análisis del mercado y el segmento
El concepto detrás del proyecto Casa Vitacura nace desde el análisis de su mercado y del segmento al cual está dirigido. Se analizaron transacciones realizadas localmente durante 5 años, cruzando data de precios, tamaños y tipologías en la compra y venta de departamentos y viviendas unifamiliares.
'Vitacura es un lugar de vocación urbana basado en el modelo de la ciudad jardín. El público quiere vivir conectado y aprovechar la infraestructura de la comuna, pero valora enormemente la privacidad, el patio y la idea de la casa', aseguran sus arquitectos.
A esto se sumó la evaluación de aspectos tangibles, como el costo de mantención de una casa (jardín, piscina, etc), y otros intangibles, como la sensación de inseguridad, la falta de confianza en la red de proveedores de servicios, entre otros temas.
Diseñando casas en densidad y altura
Se desarrollaron unidades de vivienda basadas en el estándar DFL2, pero con la espacialidad, la privacidad, el patio y la independencia de una casa del mismo barrio, incorporando terrazas verdes en doble altura, vistas panorámicas de la cordillera, quinchos en obra y plantas flexibles.
'La operación clave fue crear unidades de dos pisos que dan lugar a ‘terrazas patios’ de gran tamaño y altura, segregando el programa privado del público (dormitorios v/s recibos) y habitándose como una casa con jardín', agregan.
El proyecto –financiado a través de un road show– se emplaza en un paño de 2.800 m2 en Avenida Vitacura; un barrio de uso mixto ubicado a dos cuadras de la próxima Línea 7 del Metro de Santiago y a cinco del Parque Bicentenario.
Revisa a continuación sus tres tipologías: